Parpadeo un instante mientras las gotas de lluvia besan mi rostro
el aliento desesperado se ahoga entre el frió de la noche
lagrimas saladas mezcladas con las gotas de corrupción y maldad de la ciudad,
el vino barato recorre calentando las venas del cuerpo moribundo
de un alma que de amor y alegrías se consume hambrienta,
alzar la cabeza para ver la luz
es fracasar antes de poder pestañear o soñar
los diablos del pasado danza con el de futuro
en un triste presente que nadie escogió,
silencio sombra y oscuridad
las únicas musas que cantan alrededor,
Trágicos son los últimos sollozos
regalados a un final que no llevaran
como padrino al amor, solo al triunfante dolor
La muerte se acerca sonriente y amigable
nada hay que temer,
fueron los sueños, los crueles
fue la gente quien apuñalo al querer
Esta dama de negro
no es
enemiga
solo consuelo y punto final
me ha de ofrecer.